Mañana se cumplen 102 años de un momento histórico de la aviación mundial: el paso del estrecho de La Mancha por Louis Blériot, con su frágil modelo XI.
Éste fue el primer aparato realmente moderno. Hasta ese momento los aviones no eran mas que chimes voladores, cada cual más raro que el anterior, con estabilizadores en la proa y la cola, biplanos, triplanos, con patines a modo de tren de aterrizaje… endebles conjuntos de tela y madera, con motores muy poco fiables. Muchos eran similares al pionero Wright de esta foto.
Aquel 25 de julio se jugaba la última mano en la partida entre Blériot y la aviación: su situación económica era crítica (era fabricante de faros de automóvil y había gastado casi todos sus ahorros investigando en su pasión, la aviación), había estrellado varios aviones y el premio de 1000 libras que ofrecía el Daily Mail podía invertir su suerte.
Por ejemplo, el Blériot VI, con alas en tandem saltó 60 m el 10 agosto de 1907, 184 m el 17 de septiembre de ese mismo año, y en noviembre se estrelló. Lo siguientes modelos no obtuvieron resultados mucho mejores.
Y con este currículum pero con el apoyo de su esposa y un par de muletas se plantó el 21 de julio de 1909 en Calais con las piezas de su avión de 200 Kg de peso a base de tela, madera y cuerda de piano. El 24 por la tarde ya estaba montado. El Blériot XI le llevó de Calais a Dover en 37 minutos. A su llegada a Dover, el Daily Express tituló “Inglaterra ya no es una isla”. A su llegada a París el lunes, día siguiente, es recibido por 200.000 personas que le tratan como un héroe.
Además del premio, le llegaron pedidos de todo el mundo, fabricándose entre 500 y 600 Blériot XI, según cuenta su propio hijo.
Tuve la suerte de poder ver un Blériot XI en el aeropuerto de Barcelona hace un par de años y le hice estas fotos. Me maravilló la sencillez del aparato y sólo pude pensar, después de haber bajado del Airbus 320 que me traía de Canarias ¡Cuánto ha cambiado la aviación en 100 años! ¿quién puede asustarse de ir en avión hoy en día?