lunes, 20 de septiembre de 2010

Sobrevalorada

Y dio otro bocado… y otro… y en la boca se le formó una bola. No debía comer con ansia, pero hacía días que no se llevaba nada al estómago. Era la primera vez que lo probaba, y la verdad es que tampoco había para tanto, pero sus familiares de Australia decían que no había otro manjar como este, así que ahora que se le había planteado la oportunidad no la había dejado escapar. Pero lo dicho, no había para tanto. Para su paladar de escualo, la carne humana estaba sobrevalorada.

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