La aerostación, es decir, navegar por medios más ligeros que el aire es un negocio en alza. Los globos sonda, pertenecen, además de los dirigibles y los globos tradicionales, a esta categoría de la aeronáutica. Y digo que es un negocio en alza porque ya no es sólo el gobierno quién lanza globos para ver cómo respira el pueblo, ahora también lo hace la RAE.
A algunos de sus sesudos académicos les ha parecido que hay que hacer una serie de cambios urgentes en el lenguaje. Como dice Don Arturo Pérez Reverte, ellos sólo hacen de notarios de cómo se utiliza el castellano. Sus colegas (estoy seguro que a él se le han revuelto los higadillos) han debido percatarse del clamor popular a favor de que la “Y” pase a llamarse “ye”. No parece que hayan hecho lo mismo con la “J”, que pasaría a llamarse “jo” y la “Ñ” que sería “ñe”, entre otras peticiones de la masa cultural española.
Ello facilitaría que para decir “Jo, tía, que guay” o “Leñe, que t’arreo con el callao”, en los teléfonos móviles pudiera ponerse “J t q gy” o “ L’ñ q t’rro kn l kllao”, mucho más culto, produce ahorro en el lenguaje y sobre todo, más adaptado a las nuevas tecnologías. Porque esa es otra: ya no habrá que poner una tilde en la siguiente expresión: “5 ó 6 chorbos estaban en el WC de la disco”. Ahora, con los ordenadores, se distingue entre los orondos “0”(cero) y “o” (o). Claro, porque ya nadie escribe a mano, salvo ser un retrógrado, un fascista o el dueño de una fábrica de lápices o bolígrafos.
Lo bueno del asunto es que parece ser que la cordura se impone y la RAE, o al menos los descerebrados aerostatistas, se van a echar atrás y la cuestión de la “Y” quedará en nada. Y es una pena, porque yo aspiraba a ser parte de la generación Y, y voy a tener que conformar con seguir siendo un Ye-ye.
lunes, 22 de noviembre de 2010
martes, 16 de noviembre de 2010
El Sansón de Extremadura
Siempre me ha fascinado que el Sansón de Extremadura no fuera más conocido. Éste fue un militar español de los siglos XV y XVI, al servicio Fernando el Católico y de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.
Este trujillano participó en la toma del Reino de Granada desde 1483, donde se significó por sus proezas. Allí se hizo amigo del Gran Capitán, a cuyas órdenes estuvo en casi toda su carrera militar.
Una vez finalizada la toma de Granada fue a Italia, donde fue guardaespaldas del Papa Alejandro VI (Rodrigo Borja) y capitán de las tropas del hijo de éste, Cesar Borgia. Tras un lance de honor en la que cortó de un tajo la cabeza de un capitán italiano, dejó a los Borgia para ofrecer sus servicios mercenarios a otras familias nobles de aquel país.
Marchó, bajo bandera española a Grecia, donde participó en el sitio de Cefalonia, donde cayó preso y fue liberado por el Gran Capitán, no sin antes haber resistido él solo, durante tres días, el asedio de los turcos, de los que se llevó por delante a una buena cantidad, en una gesta en la que demostró de nuevo su gran potencial físico.
En 1501 volvió a estar al servicio de César Borgia en la conquista de la Romagna (donde coincidió con Da Vinci, en su faceta de ingeniero militar) y posteriormente de Fernando el Católico, en la segunda campaña de Nápoles. Participó en batallas como las de Garellano y Ceriñola, que darían nombre a sendos regimientos de infantería española (el de Ceriñola nº 42 prácticamente exterminado en el desastre de Annual).
Tras las campañas de Italia volvió a España con el título de marqués de Colonetta, otorgado por Fernando el Católico en reconocimiento a sus meritos. Duraría poco tiempo esta situación, pues las intrigas cortesanas contra Gonzalo Fernández de Córdoba le obligaron en numerosas ocasiones a batirse e incluso a retar ante el rey a nobles italianos (que no osaron aceptar el reto). El desencanto con el rey Católico le llevó a enrolarse como corsario, y acabando en prisión tras ser apresado en Cerdeña.
Con el perdón real participó en la conquista del norte de África (Trípoli, Orán, etc), en la aniquilación del ejército de Venecia en la batalla de Vicenza, además de en la famosa batalla de Pavía donde se hizo preso al rey de Francia.
Durante los actos de coronación de Carlos I, en Bolonia ya con el grado de coronel, murió a consecuencia de la caída de su caballo en una exhibición ecuestre. Su fama es reconocida por Cervantes en El Quijote, comparándola con El Cid, Viriato o Alejandro Magno. Los restos de este forzudo leal se encuentran en Trujillo.
Este trujillano participó en la toma del Reino de Granada desde 1483, donde se significó por sus proezas. Allí se hizo amigo del Gran Capitán, a cuyas órdenes estuvo en casi toda su carrera militar.
Una vez finalizada la toma de Granada fue a Italia, donde fue guardaespaldas del Papa Alejandro VI (Rodrigo Borja) y capitán de las tropas del hijo de éste, Cesar Borgia. Tras un lance de honor en la que cortó de un tajo la cabeza de un capitán italiano, dejó a los Borgia para ofrecer sus servicios mercenarios a otras familias nobles de aquel país.
Marchó, bajo bandera española a Grecia, donde participó en el sitio de Cefalonia, donde cayó preso y fue liberado por el Gran Capitán, no sin antes haber resistido él solo, durante tres días, el asedio de los turcos, de los que se llevó por delante a una buena cantidad, en una gesta en la que demostró de nuevo su gran potencial físico.
En 1501 volvió a estar al servicio de César Borgia en la conquista de la Romagna (donde coincidió con Da Vinci, en su faceta de ingeniero militar) y posteriormente de Fernando el Católico, en la segunda campaña de Nápoles. Participó en batallas como las de Garellano y Ceriñola, que darían nombre a sendos regimientos de infantería española (el de Ceriñola nº 42 prácticamente exterminado en el desastre de Annual).
Tras las campañas de Italia volvió a España con el título de marqués de Colonetta, otorgado por Fernando el Católico en reconocimiento a sus meritos. Duraría poco tiempo esta situación, pues las intrigas cortesanas contra Gonzalo Fernández de Córdoba le obligaron en numerosas ocasiones a batirse e incluso a retar ante el rey a nobles italianos (que no osaron aceptar el reto). El desencanto con el rey Católico le llevó a enrolarse como corsario, y acabando en prisión tras ser apresado en Cerdeña.
Con el perdón real participó en la conquista del norte de África (Trípoli, Orán, etc), en la aniquilación del ejército de Venecia en la batalla de Vicenza, además de en la famosa batalla de Pavía donde se hizo preso al rey de Francia.
Durante los actos de coronación de Carlos I, en Bolonia ya con el grado de coronel, murió a consecuencia de la caída de su caballo en una exhibición ecuestre. Su fama es reconocida por Cervantes en El Quijote, comparándola con El Cid, Viriato o Alejandro Magno. Los restos de este forzudo leal se encuentran en Trujillo.
viernes, 5 de noviembre de 2010
El Papa por el Litoral
Los vecinos del barrio de Sagrada Familia no abren boca. Me parece curioso que no se quejen del follón que se montará este fin de semana en Barcelona, con 16 manzanas del ensanche de Barcelona tomados por las fuerzas de seguridad para que Su Santi esté bien seguro en su visita al templo de la Sagrada Familia. Tal vez no sepan que no podrán hablar por el teléfono móvil, porque estará lleno de inhibidores de frecuencias, seguramente tampoco verán la tele (lo que no es en si malo) y que para llegar a sus hogares se las verán y desearán, si es que pueden hacerlo durante la visita.
Se me ocurre que los vecinos, esos que se quejan del AVE con su eslogan "El AVE por el Litoral", no lo hacen ahora porque algunos de ellos van a hacer su agosto en pleno noviembre alquilando ventanas, balcones y terrazas (He visto un anuncio que pide 3000€ por una mañana en un balcón “privilegiado” frente a la basílica). Cosas vederes.
Se me ocurre que los vecinos, esos que se quejan del AVE con su eslogan "El AVE por el Litoral", no lo hacen ahora porque algunos de ellos van a hacer su agosto en pleno noviembre alquilando ventanas, balcones y terrazas (He visto un anuncio que pide 3000€ por una mañana en un balcón “privilegiado” frente a la basílica). Cosas vederes.
lunes, 20 de septiembre de 2010
Sobrevalorada
Y dio otro bocado… y otro… y en la boca se le formó una bola. No debía comer con ansia, pero hacía días que no se llevaba nada al estómago. Era la primera vez que lo probaba, y la verdad es que tampoco había para tanto, pero sus familiares de Australia decían que no había otro manjar como este, así que ahora que se le había planteado la oportunidad no la había dejado escapar. Pero lo dicho, no había para tanto. Para su paladar de escualo, la carne humana estaba sobrevalorada.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Innovando, que es gerundio.
Es cierto que estamos en un momento de crisis importante. Eso no lo niega ya ni el mismísimo Gobierno. Pero no es menos cierto que en estos momentos es cuando hay que aguzar más el ingenio, la creatividad y el ojo para ver que necesidades tiene el mercado y así aprovechar hasta la última oportunidad que se presente y hacer de ella un negocio. Esto lo he podido comprobar, especialmente este verano estando de vacaciones. Una empresa española no se ha tumbado a la bartola y ha encontrado en la TDT su oportunidad de negocio: Televés. He podido encontrar antenas de esta marca por Europa. Es decir, más allá de la supuesta zona de influencia de la marca española. Grecia está llena de esas antenas que en Inglaterra llaman “spanish” y que cuenta con tres grupos de directores, colocados convergentes en el dipolo. He visto modelos largos y cortos. También he podido encontrar las típicas antenas “de feriante”, con su reflector plano y sus cuatro elementos en fase. Todos, modelos de la mentada marca.
En “CQ Radioamateur”, la única revista seria de radioaficionados por estos lares (aunque su calidad de antaño está prácticamente desaparecida), traducía en junio un artículo de WA5VJB, de la edición en inglés, hablando de las antenas de tres grupos de directores, en las que se sorprendían de su diseño innovador.

La cuestión es que se puede vender en época de crisis, y no hace falta que sean sustancias prohibidas, armas o seres humanos. Pueden ser productos que no son precisamente de primera necesidad: antenas.
En “CQ Radioamateur”, la única revista seria de radioaficionados por estos lares (aunque su calidad de antaño está prácticamente desaparecida), traducía en junio un artículo de WA5VJB, de la edición en inglés, hablando de las antenas de tres grupos de directores, en las que se sorprendían de su diseño innovador.

jueves, 29 de julio de 2010
Libertad, divino tesoro.
No soy taurino. No puedo negar la estética de las corridas de toros pero, desde luego, no me gustaría estar en la piel de los bichos. Tampoco fumo ni lo he hecho nunca, pero no soy un psicópata anti-tabaco al gusto “made in USA”. Tampoco me gustan los “Castells”, y que me disparen en una pierna si se me ocurre algún día probarlo, pero tampoco creo que haya que prohibirlos.
Lo de la ley contra las corridas de toros en Catalunya, por mucho que lo quieran disfrazar algunos, los que tiran la piedra y esconden la mano, no es más que otro supuesto desmarque contra España, como si todo “el Estado español” fuese, en conjunto, taurino (como nos ven los guiris). No tiene otra lectura.Porque si no ¿como se explica que las fiestas de “correbous” no se vean afectadas? Ah, es que el toro disfruta de lo lindo, vamos que espera la fiesta como un niño la Navidad...
El colmo del asunto, como ocurre frecuentemente, es la hipocresía de la norma. Porque, ¿alguien conoce a un niño que quiera ser árbitro de voley, subinspector de trabajo o anxeneta? No. Son los padres los que, especialmente en el último caso, coaccionan a los niños, lo que no es mas que un tipo de tortura psicológica. Los niños se dejan en peligro (recordamos la niña de la colla de Mataró? creo que sigue muerta) para deleite de los que gustan del espectáculo, pero maldita la gracia que nos puede hacer a los que vemos un poco más allá. El tortazo desde los hasta 9 m de los que caen los anxenetas “is not turkey mucus”, y si no lo creéis hacer cuentas sobre qué velocidad llegan a alcanzar (física de 2º de BUP): 13m/s, o lo que es lo mismo, casi 50 Km/h. No hablemos de las bajas laborales por dolores de espalda o similares que, curiosamente aparecen el lunes después de una jornada castellera, o las denuncias por faltas en los juzgados, por peleas entre los animadores de collas rivales (y hablo desde el conocimiento de estas dos circunstancias).
En cuanto a la crueldad con los animales… ¿alguien no sabe a estas alturas como viven y mueren todos los que se comen cada día? Los toros de lidia sufren, y mucho, en la plaza, pero es la primera y última vez que les pasa. Las gallinas ponedoras (que duermen dos horas diarias, sin pico, sin poder moverse), las terneras (auténticas vacas inmovilizadas para que la carne quede tierna), etc. sufren siempre, vamos que están deseando que les llegue el momento. ¿Cuántos de los 180.000 miran la numeración de los huevos de gallina que comen?, por citar un ejemplo. Mirad en cualquier página el secreto de esa numeración y os preocuparéis de algo que afecta a mucho más que a unos cuantos toros.
Además queda la cantidad que en concepto de indemnizaciones van a salir de las arcas públicas (¿por qué no las pagan los 180.000 que han firmado la petición al Parlament, que están identificados con DNI?) se dejarán de ingresar en negocios cercanos a las plazas, de turismo, restauración y de transporte otros pellizcos que no volverán.
Volvemos a los tics de las dictaduras, esos que los llorones de siempre, que dicen “que estuvieron en las cárceles del franquismo” y en realidad estuvieron una noche en un calabozo por tirar cuatro octavillas o ir borrachos a la facultad, quieren hacernos pasar a los demás.
Lo de la ley contra las corridas de toros en Catalunya, por mucho que lo quieran disfrazar algunos, los que tiran la piedra y esconden la mano, no es más que otro supuesto desmarque contra España, como si todo “el Estado español” fuese, en conjunto, taurino (como nos ven los guiris). No tiene otra lectura.Porque si no ¿como se explica que las fiestas de “correbous” no se vean afectadas? Ah, es que el toro disfruta de lo lindo, vamos que espera la fiesta como un niño la Navidad...
El colmo del asunto, como ocurre frecuentemente, es la hipocresía de la norma. Porque, ¿alguien conoce a un niño que quiera ser árbitro de voley, subinspector de trabajo o anxeneta? No. Son los padres los que, especialmente en el último caso, coaccionan a los niños, lo que no es mas que un tipo de tortura psicológica. Los niños se dejan en peligro (recordamos la niña de la colla de Mataró? creo que sigue muerta) para deleite de los que gustan del espectáculo, pero maldita la gracia que nos puede hacer a los que vemos un poco más allá. El tortazo desde los hasta 9 m de los que caen los anxenetas “is not turkey mucus”, y si no lo creéis hacer cuentas sobre qué velocidad llegan a alcanzar (física de 2º de BUP): 13m/s, o lo que es lo mismo, casi 50 Km/h. No hablemos de las bajas laborales por dolores de espalda o similares que, curiosamente aparecen el lunes después de una jornada castellera, o las denuncias por faltas en los juzgados, por peleas entre los animadores de collas rivales (y hablo desde el conocimiento de estas dos circunstancias).
En cuanto a la crueldad con los animales… ¿alguien no sabe a estas alturas como viven y mueren todos los que se comen cada día? Los toros de lidia sufren, y mucho, en la plaza, pero es la primera y última vez que les pasa. Las gallinas ponedoras (que duermen dos horas diarias, sin pico, sin poder moverse), las terneras (auténticas vacas inmovilizadas para que la carne quede tierna), etc. sufren siempre, vamos que están deseando que les llegue el momento. ¿Cuántos de los 180.000 miran la numeración de los huevos de gallina que comen?, por citar un ejemplo. Mirad en cualquier página el secreto de esa numeración y os preocuparéis de algo que afecta a mucho más que a unos cuantos toros.
Además queda la cantidad que en concepto de indemnizaciones van a salir de las arcas públicas (¿por qué no las pagan los 180.000 que han firmado la petición al Parlament, que están identificados con DNI?) se dejarán de ingresar en negocios cercanos a las plazas, de turismo, restauración y de transporte otros pellizcos que no volverán.
Volvemos a los tics de las dictaduras, esos que los llorones de siempre, que dicen “que estuvieron en las cárceles del franquismo” y en realidad estuvieron una noche en un calabozo por tirar cuatro octavillas o ir borrachos a la facultad, quieren hacernos pasar a los demás.
martes, 27 de julio de 2010
Silliest than Abundio
Que bonito es improvisar, especialmente cuando lo hace un músico que sabe lo que tiene entre manos y es capaz de transmitir emociones a quién le escucha. Lo feo es improvisar siendo un político, te está viendo medio mundo (el que tiene TV y gusta de las ceremonias de inauguración) y demuestras tu rasero intelectual. Un ejemplo: Montilla, ayer en la inauguración de los campeonatos de Europa de atletismo, que sólo tenía que decir aquello de "Queda inaugurado este pantano..." quiso improvisar y le salió algo del estilo "... inaugurados los veinteavos campeonatos..." Como el avezado lector imaginará, le pusieron "20º campeonatos" en el papelito, y a él no se le ocurrió que tal vez quería decir vigésimos... ya no sólo habla mal en catalán.
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