lunes, 12 de julio de 2010

Las Mikado RENFE

Las última serie de grandes locomotoras de vapor RENFE fue las de configuración 141. Tras la guerra de 1936-39 se hizo necesario un plan de reconstrucción de los FFCC españoles, muy afectados por la contienda, con múltiples compañías y la más variopinta flota de locomotoras, debida en parte a las diferencias de trazados y en parte a las especiales manías de los jefes de explotación. Los requisitos para la nueva locomotora los fijó el Departamento de material y tracción de la recién nacida RENFE, encargándose el proyecto a la mejor ingeniería de la época, el Departamento de diseño de La Maquinista Terrestre y Marítima. Finalmente, debido a no poder cumplir los plazos definidos en el pliego de condiciones, la licitación la consiguió North British Locomotive Co. Ltd, de Glasgow, Escocia, que entregó 25 locomotoras y materiales para 100 más, que construyeron las empresas españolas. Posteriormente, con materiales nacionales se construyeron otras 117, desde 1953 hasta 1960. Inicialmente pensadas para quemar carbón, fueron transformadas casi todas ellas para funcionar con fuel.

Sin tener características especialmente buenas para ninguno de sus cometidos, realizaron todos los servicios de la red, desde llevar expresos como el Lusitania Express, a trenes potaseros en doble tracción u ómnibus con tres o cuatro vagones en vías secundarias.

La última vez que viajé en una de ellas fue en diciembre de 1973, entre Calatayud y Soria. En aquella ocasión llegó desde el depósito soriano para llevar el ómnibus a Burgos y Cidad-Dosante por avería de la Alco 2100 titular del servicio, que a la vuelta en enero de 1974 hizo el trazado con un espolón para paliar los efectos de las tremendas nevadas de aquel inicio de año. En la foto anterior vemos una en la rotonda de Soria y otra de sus hermanas de fondo.

Entre sus características se pueden citar sus 15 Kg/cm2 de presión en la caldera, 1560 mm de diámetro de las ruedas tractoras, 14417 Kg de esfuerzo de tracción 2000 cv (con buen carbón) y 64,5 Tm de peso en servicio. Eran capaces de mover trenes de 1000 Tm a 90 Km/h en horizontal.

La última locomotora de vapor de nuestro país fue una Mikado, la 141F2348 que apagó el actual jefe del Estado cuando era Príncipe de España, el de 23 de junio de 1975 en la estación de Vicálvaro (hoy se encuentra en el museo de Vilanova i La Geltrú sin bielas, y canibalizada, algo que sería inconcebible en cualquier país civilizado). Hoy quedan unas pocas unidades en estado de marcha (tres o cuatro), de las que una sólo es escocesa, la 141F2111 y pueden admirarse algunas en museos y pedestales.

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